Historia
Hay noticias que datan su fundación en ell año 928, por parte de los condes Álvaro y Savita. Sin embargo, algunos historiadores mencionan la existencia de una comunidad monástica ya en la segunda mitad del siglo VI. Esta comunidad estaría formada por monjes huidos de San Clodio de León al ser perseguidos por suevos arrianos. Durante el reinado de Alfonso VI y bajo el dominio en la zona de Raimundo de Borgoña, se pone a disposición de los monjes negros de la orden de San Benito, quedando constancia de la construcción de la iglesia en documento del año 1158 del abad Pelagio, en el que se menciona la asistencia a la consagración de D. Bernardo obispo de Zamora, D. Martín obispo de Ourense y Pedro Helías arzobispo de Santiago. Esta comunidad Benedictina lo convirtieron en un núcleo agrícola próspero. Desde él se introdujo el cultivo de la vid en esta zona, hoy origen del vino del Ribeiro. A partir de 1225 y hasta la exclaustración, el monasterio se une a la reforma cisterciense quedando vinculado al Monasterio de Melón por tanto es un filiación indirecta de Clairvaux. Pasó por una oscura etapa de abandono hasta que fue de nuevo habitado por monjes benedictinos procedentes del no muy lejano Monasterio de Samos en las postrimerías del siglo XIX. Desde entonces, la vida monástica ha perdurado en San Clodio de Leiro hasta los últimos años del siglo XX.
Estado actual
Ha sido rehabilitado como hotel monumento, por lo cual se encuentra en perfecto estado de conservación. Además, en él se encuentra el primer spa de Galicia con tratamientos de vinoterapia. La visita a los claustros e iglesia es libre. El resto de las dependencias son para uso del restaurante y el hotel.
¿Qué ver?
1. Iglesia. Lleva el nombre de Santa María, es de estilo gótico y cuenta con tres ábsides en correspondencia con las naves. La imagen de la virgen ocupa el retablo mayor rodeada de santos y santas de las órdenes que en algún momento ocuparon el monasterio. Estilo tardorrománico cisterciense, propio de finales del siglo XII y comienzos del XIII. Cuenta con tres ábsides en correspondencia con las naves de cuatro tramos. El crucero y las naves fueron reformados al construirse las bóvedas de crucería estrellada. Solamente conserva la cubierta original, la zona ocupada por el coro alto.
a. Pinturas murales. Conserva un buen ejemplo de la pintura románica medieval. Las pinturas murales de San Clodio, poseen todas las características de la pintura románica: las formas geométricas, sus figuras dibujadas con cierto primitivismo, los colores brillantes que aportan luz al templo, la ausencia de perspectiva y de paisaje y la temática religiosa. Destaca su inconfundible pantocrátor, uno de los temas más recurrentes de la época.
2. Dependencias monacales. El monasterio no conserva ninguna dependencia medieval en la actualidad. En su fachada de estilo barroco (S.XVII), destacan los escudos de España; el del propio monasterio y el de la congregación de Castilla.
a. Claustro procesional. Sustituyó al medieval. Es de planta cuadrada, con dos alturas que se levantan a través de 28 arcos de medio punto. La techumbre de las galerías se organiza a través de bóveda de crucería estrellada.
b. Claustro de la hospedería. De estilo renacentista. Es también de planta cuadrada, con dos cuerpos. La planta baja se organiza a través de arcos de medio punto apoyados sobre esbeltas columnas jónicas de fuste liso, y en el superior por columnas de orden compuesto con basas toscanas y collarino estriado.
3. En la fachada monasterial se puede verla cruz de Caravaca conocida como «Divina Reliquia», venerada por los lugareños para librar a las vides del granizo. El monasterio de San Clodio fue pionero en la introducción de la vid en el Ribeiro, siendo el origen de una viticultura que ha dado lugar a los hoy tan afamados vinos.